Lo que la sartén de mi mamá tenía y que te está haciendo la vida muy jodida

Estoy segura que mi madre sentirá vergüenza por esto que voy a contar (risas). En casa soliamos tener una sartén que tenía una capa gruesa muy negra y tosca por fuera. 

En mi inocencia, pensaba que así era de fábrica. 

Hasta que me contaron la verdad.

En realidad era de acero y por dentro era de un color plata brillante, solo que por las quemaduras y por la acumulación de grasa no lavada correctamente y a tiempo, había quedado así.

Como era una sartén de una marca antigua muy buena (de «esas que ya no hacen», solía decir) y freía muy bien las cosas, mamá no se quería deshacer de ella.

Yo, cada vez que podía, con mucho esfuerzo la raspaba e intentaba quitarle esa capa negra dura. Quería sacarle brillo y ver su verdadero color.

Fue en vano. Nunca pude. Había pasado muchísimo tiempo.

¿Y por qué cuento esto? Porque leía sobre la zona de confort y al querer explicarla con mis palabras, pensé en la sartén quemada de mi mamá.

Verás, para mi esa capa negra o esas quemaduras que no limpiamos son como las creencias, prejuicios y paradigmas que vamos acumulando en nuestra mente y que nos impiden disfrutar de la vida. Son también las interpretaciones (formas de ver) de la realidad que cada uno tiene.

O sea cómo creemos que son las cosas.

Muchas veces son estas interpretaciones las que nos hacen la vida difícil. Muy difícil y muy jodida?. No lo sabré yo! ( Y tú si leeslo que comparto en mi blog, ya sabrás mucha de ellas).

Si no los limpias, nunca podrás ver el sartén.Si no lo limpias, ¿cómo saber si tu sartén funciona y da el sabor a tu comida como es ella capaz de hacerlo?


Si no lo haces a tiempo, más difícil es desahecerte de ellas.

¿Cómo «limpiarnos»?
Una forma, para mi es exponiéndote a aquello que te da MIEDO (o sea salir de tu zona de confort). Porque los pones a prueba contra la realidad.

¿Cómo hacerlo a pesar del miedo?

Haciendo y exponiéndote. No hay más secreto.

No obstante, por experiencia propia sé que a algunos nos cuesta más que a otros.  Si es tu caso, te recomiendo:

-Exponerte y hacerlo de manera gradual. De a pocos (con una tarea pequeña) y empezar por tu miedo menor.
-Ten un grupo de apoyo
-Si el miedo te paraliza, no dudes en buscar ayuda profesional.

Esto último es importante! La mentalidad y actitud son importantes. Pero solo decirlo, no ayuda a todos. Hay muchas herramientas que podemos usar 🙂 y buenos profesionales que no pueden ayudar.

¿Y qué ganamos a cambio?

Hacerte la vida menos jodida (risas). En realidad, muchos beneficios! Debajo te comparto los puntos más relevante para mi y te doy ejemplos de cómo se puede aplicar.

[1] Te da más sabiduría, tolerancia e información «real»

Porque te enfrenta a las «realidades» de otros y adquieres más formas de interpretar algo que sucede. Que para mi es como ir limpiando tu sartén y quitarle esa capa negra Para al final, tenerla limpia y ver lo bonita que es (ok, como «realmente es»).

[2] Pones a prueba tus habilidades y te da más confianza en ti mism@

Al inicio te cuesta, pero los humanos estamos hechos para los retos. Para adaptarnos y sobrevivir. Y aunque te cueste mucho, finalmente lo lograrás. Además, vas entrenando para las siguientes zonas de confort que enfrentes.

[3] Puedes descubrir habilidades o cosas de ti que ni sabía o imaginabas que tenías.

Y no solo eso sino que te expones a cosas nuevas. A cosas que ni sabias que existían y que te gustan. O encuentras más gente con esa característica que pensabas que era solo «tuya».

Ejemplos:

En lo profesional, no enviar tu CV a esa posición/rubro/área que te gustaría probar porque tienes miedo. Temes que te rechazen por no tener la suficiente experiencia o porque nunca «trabajaste» en ello o porque has hecho tantas cosas en distintas áreas que temes que eso se vea como indecisión.

O quizás temes equivocarte de nuevo. Bueno, no lo sabrás, hasta que no lo envíes!

En los negocios, puedes pasar horas y horas armando un plan de negocios y un flujo de caja deslumbrantes.

Pero, si no vas, pruebas y ejecutas en la realidad y ves que funciona, que te compran lo que vendes, de nada sirve.

En lo personal, hasta hace unos meses yo tenía muchos prejuicios respecto a salir y beber alcohol. Prejuicios que aumentaron cuando empecé con mi proceso de autoconocimiento.

Pensaba, «yo solo quiero hablar de temas profundos», «yo soy una persona consciente», «allí nunca haré amigos-amigos (?)» (uy si, uy si).

Y me saboteaba a mi misma poque me impedía conocer personas estupendas y aprender de sus vivencias y manera de ver la vida.

Enfrentar este miedo, me enriqueció como no imaginé. Además, me permitió conocer habilidades y características mías que desconocía.

Sé que es difícil compartir aquello que nos da miedo. Da mucha vergüenza. Lo sé! Así que solo te pido que pienses en aquello que te da miedo, ¿te animes a enfrentarte a ello ahora?

Imagen gracias a Scott Umstasttd.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *